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Posted by : AZUL miércoles, 28 de mayo de 2014



Que podemos decir de esta obra maestra de la literatura como lo es  “Dracula” de Bram Stoker, película dirigida por Francis Ford Coppola. Desde que somos niños y nos hablan de dracula lo imaginamos como un vampiro chupa sangre, en castillos grandes, lúgubres y tenebrosos, y la película no se queda corta al mostrarnos estos escenarios. Castillos y casas grandes, paisajes tomados con planos panorámicos exquisitos que deleitan la vista, y nos transportan a estos lugares.  El ritmo de la película nos envuelve, siendo este un gran acierto del director, el cual no mantiene un ritmo estático, sino que lo dinamiza cada vez que algo va a ocurrir, pasamos de estar en una pasividad en donde todo brilla y es radiante, a un ritmo intenso y vertiginoso donde la bruma y la oscuridad hacen su aparición. El vestuario es acorde a la época, el maquillaje y  en general la dirección de arte es un punto a favor de la película.

Algo que resalto es el contraste que encuentro entre personajes y lugares; tenemos en nuestra cabeza el imaginario sobre Transilvania, el cual es un lugar frio, oscuro, el hogar de dracula, mientras que Londres es un lugar lleno de luz, resplandeciente, tal cual lo es Mina.
La historia se basa principalmente en el príncipe Vlad, el cual al enterarse de la muerte de su amada vende su alma al diablo, convirtiéndose así en Dracula y luego después de IV siglos, encuentra la reencarnación de su viejo amor,  Mina, y así emprender un viaje para encontrarla y recuperarla. A pesar de no ser totalmente una película que cause terror y miedo, no pierde la esencia del libro que es el amor verdadero que ha traspasado océanos de tiempo para encontrarse.

Los componentes visuales más importantes de la película son el color y la forma  que están íntimamente ligados en esta película, y ambos son visibles en el vestuario. El estilo visual de la película es vistoso y con un toque barroco, resaltando la época de una Inglaterra Victoriana, la iluminación tiene un toque expresionista, fuertes contrastes y saturación de colores.
La música es otro factor importante, el cual fortalece y refuerza las imágenes mostradas en pantalla llenando al espectador de tranquilidad o  suspenso.

La forma predominante es la circular, podemos verlos claramente en los círculos que dan la entrada al castillo de dracula, los glóbulos de sangre de Mina y Lucy y los colores que más abundan son el rojo, el verde y el azul, colores primarios más llamativos que los complementarios.  


La estructura narrativa es circular, donde empieza termina, Dracula sale de su hogar en busca de Mina, para luego regresar a Transilvania y allí terminar su historia de una muerte en vida, tal como lo vemos en la pintura en donde están el príncipe Vlad y su amada en el techo del lugar donde muere. También al referirnos a circular hacemos alusión a su amor, el cual es un amor que resistió el paso del tiempo, en donde dracula vio morir a su amada en sus brazos, y luego Mina vio morir a dracula, su amado, en los suyos. Un final cargado de un toque emocional y romántico. 

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