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- La alteridad como puente para la trascendencia ética
Posted by : AZUL
martes, 27 de mayo de 2014
Vivimos
en sociedad humana, es casi imposible pensarse sin ella, estamos en una
interacción permanente entre individuos. Llegar de forma corpórea a la tierra
conlleva hacernos parte de algo, entrar en determinado circulo social y
trascender poco a poco para dotar de sentido a la existencia con la finalidad
de poder ser en el mundo. Y Para lograr esta trascendencia es necesario que el
yo vea al tu y lo reconozca, llegar a la intervención del par, los cuales son
trabajos colaborativos en donde llevan del tu al nosotros y el uno aprenda del
otro, esto nutre las relaciones y fortalece el camino para la consecución de
metas. La presencia del yo entra en el tu hasta el punto en que este lo conoce
tanto como a si mismo.
Cuando
estamos en relación con el otro, un encuentro personal, es donde se evidencia
realmente las dimensiones internas humanas, ya que el hombre se mueve y siente
la presencia del otro. Cada persona supone que su yo es fundamental, estando en
relación el sujeto considera su aporte como esencial para que el otro pueda
lograr su objetivo al mismo ritmo de los demás integrantes, a esto es a lo que
se le conoce como cohesión de equipo. Según estudios de Perez Sanchez y
Poveda-Sierra en un aula colaborativa se sustituye la frase de tu a lo tuyo para
pasar a nosotros a lo nuestro. Al reconocer al otro, y saber que es fundamental
para mi desarrollo, el yo se relaciona y trabaja de mejor manera en equipo
puesto que reconoce las capacidades y cualidades del otro, las cuales al unirse
se potencian.
Estar
con es estar abierto al mundo para rodearnos de otras personas iguales(en el
sentido de que hay una afiliación por determinados gustos, pensamientos, etc),
sentir el alter ego, la existencia de otro yo. El cuerpo humano se constituye
por el mundo donde se interrelaciona con el otro que forma parte del mismo
entorno.
Y
gracias a estas relaciones con el otro, ayudan a construir lazos humanos muy
fuertes y mas aún cuando se entrelaza el discurso con lo sensorial(miradas,
reacciones, actitudes demostradas durante la interrelación). Los otros también
son portadores de experiencias, niveles cognitivos y ópticas que pueden darle
ideas ajenas, otra visión, por esto aparece el concepto de otro yo, el alter
ego.
Y para poder relacionarnos de la mejor manera,
Delors propone que hay que aprender a ser y aprender a convivir. El primero
está orientado a la conservación de lo humano, la autonomía y la capacidad de
juicio, el segundo se asocia a la convivencia, al reconocimiento de los otros,
cooperación y comprensión mutua. Estas dos premisas son fundamentales para
lograr una sociedad justa, lastimosamente en nuestro entorno hace falta mucho
de ello, ya que está dejando de importar el bien común para prime el bien
individual, o el de unos pocos por sobre todos los demás, llegando a una
desigualdad que no habla muy bien de un estado social de derecho. En esta era
se debe aprender a trabajar de forma colaborativa, ver el otro como a si mismo
para convivir con respeto y así que los slogan que tanto se presumen pero que
en realidad les quedan pequeños “la más humana”, “la más educada”, “la más
innovadora” sean verdaderamente reales.
Cuando
se obvia el yo y se empieza a dar mayor importancia al nosotros se adquiere la
posibilidad de ser humano como lo dice Fernando Savater:
“Nacemos
humanos pero eso no basta, además tenemos que llegar a serlo, y la posibilidad
de ser humano sólo se realiza efectivamente por medio de los demás, de los
semejantes”
No
podría haberlo dicho mejor, no es
suficiente ser humano gracias a la naturaleza, el ser humano va más allá de
esto, el don de ser persona debe adquirise mediante una constante relación con
los demás, en donde prime el bien común. Según Dominique relacionarse y cooperar
favorecen al respeto y la reciprocidad.
El
dialogo juega un papel importante ya que deja de ser simplemente hablar para
convertirse en la esencia de la presencia. Contagiar al otro de un sentimiento
de humanidad constituye una forma de
brotar su interior. La convivencia es lo que hace superior al hombre del
animal, justamente por medio de la capacidad de comunicación puesto que el
individuo aparta su ego y logra trascender en el otro. El yo se identifica de
algún modo con el otro y en un proceso racional se llega al nosotros. El yo se
debe al otro quien constituye su complemento, el yo existe gracias a que el
otro lo reconoce. Al dejarlo a un lado, el ego empieza a debilitarse y a
contruirse el alter ego, el cual se convierte en un sujeto humano abierto al
otro y dispuesto a escucharlo creando significados compartidos “crear vías que
circulan entre lo que yo se o deseo para que el otro lo sepa, lo haga suyo, se
funda con mis deseos, se haga un poco yo y éste sea, a su vez, un poco el otro” (Cabenellas y Eslava)
Todas
las cualidades corporales(voz, oído, gestualiadad, vista, etc), se desvanecen
cuando llega la muerte. Y por esto el hombre es un ser finito, acá cuando se
justifica la totalidad de la vida por haber alcanzado lo logrado y comienza una
nueva construcción: la eternidad. El otro sigue estando allí, quien es el que
hace que perdure en el pensamiento de los vivos, por lo que fue y lo que hizo
mientras estuvo corpóreamente.